El de la familia Botín, una saga de banqueros. No son personas que se limiten a administrar una herencia recibida. Se observa un claro paralelismo entre el padre y la hija. D. Emilio recibió del patriarca una banco mediano y se fue abriendo camino entre los “7 grandes” de la Banca de los 80 hasta ser el más grande y dedicarse a la expansión internacional.
Ana, en plena caída de la rentabilidad de los depósitos, lanza una cuenta muy competitiva, capta recursos y estudia la posible compra de la filial brasileña de HSBC por 3.600 millones de euros mientras afirma: “miraremos todo lo que se mueva en los mercados”.
Genio y figura.