Un individuo lleno de soberbia, empresario heterodoxo y corrupto. Siempre quiso difundir su imagen y pagó sus propios programas en los que ya mostraba que carecía de escrúpulos y de sentido del ridículo. Machista soez y rodeado de mujeres que buscaba en sus concursos de belleza. Capaz de aliarse con Dios o con el Diablo para tumbar a sus oponentes.
Un buen día subió el listón de sus aspiraciones hasta el máximo nivel y se convirtió en candidato a la presidencia de su país. La mediocridad de su rival y ayudas externas inconfesables lo llevaron hasta la Casa Blanca.
Si, a pesar de las barbaridades que comete, no lo han echado quienes pueden, lo más probable es que agote su mandato, para desgracia y sobresalto del resto del mundo.