La experiencia acumulada y su agudeza de ingenio lo acreditan sobradamente para que sus reflexiones deban ser tenidas en cuenta.
Resumiendo mucho su último libro, afirma que durante la Transición, y especialmente en nuestra Constitución, quedó diseñada nuestra mejor patria, la España que hoy deberíamos defender más que nunca porque es evidente que está siendo atacada por nacionalismos separatistas y populismos antisistema.
Sostiene que frente a esas fuerzas disgregadoras no se percibe una reacción adecuada y enérgica sino actitudes timoratas y casi acomplejadas.
Creo que él también piensa que su partido, el PSOE, podría estar jugando un papel arbitral decisivo junto con los constitucionalistas para cambiar radicalmente este negativo panorama.Y lamenta que no lo esté haciendo.
Hay que recordar aquello de que “para que triunfe el mal basta con que las personas buenas permanezcan calladas”