Creo que el
rey Juan Carlos pasará a la Historia con un saldo positivo, lo que hizo por su
país en una etapa delicada y quebradiza pesará más que sus debilidades. Dicho
brevemente: un buen rey, un ciudadano poco ejemplar.
A la luz de
lo que se descubre y publica sobre comisiones, cuentas ocultas, blanqueo, gatos
suntuosos y generosos regalos a mujeres que se cruzaban en su vida es
inevitable volver la vista atrás y ver con otros ojos episodios que entonces apenas
se insinuaban: Javier de la Rosa y KIO, Mario Conde que pudo obsequiarlo con
algo más que un “picadero”, los ires y venires de Manuel Prado, el cese de
Sabino Fernández Campo, etc.
Todo compone
la imagen de un hombre obsesionado por el dinero y las mujeres y aficionado a
lujos excesivos para un Jefe de Estado que cobra del erario público.
Una curiosa
consecuencia de la pandemia es el erosivo bruxismo que ha constatado el Colegio
de Odontólogos. La ansiedad por el miedo y la incertidumbre nos hace apretar
las mandíbulas incluso cuando dormimos.
No es este
el único ni el peor de los efectos colaterales que produce el Covid-19. Con
síntomas de ictus o infarto se acude tarde al hospital o cuando se acude se
tarda mucho en atender, a veces con resultados fatales. Hay retrasos
generalizados en las consultas que pueden provocar serios problemas. No se
asiste a rehabilitación soportando dolores y molestias que se alivian con fisioterapia.
Las revisiones médicas se aplazan sine
die y se aumenta el desasosiego de los pacientes.
En fin, que
tenemos muchos motivos de agradecimiento a este simpático virus que se aloja en
nuestro interior. Quién iba a imaginar que padeceríamos esta tragedia. Bendita
sea la primera vacuna que se abra camino.
El 20 de
Enero tomará posesión el cuadragésimo sexto presidente de EEUU, Joe Biden. Al
margen de cómo le vaya durante su mandato la Historia lo señalará como el que
fue capaz de vencer a Donald Trump, frenarlo en seco e impedir que ganara una
segunda legislatura.
El perdedor
no acepta su derrota; tal como dijo en campaña se niega a dar por válidos unos
resultados adversos. Y allí sigue, en la Casa Blanca, agarrado a la pata de la
mesa del despacho oval, mostrándose al mundo en la plenitud de su miseria
psíquica y ética, que es mucha.
Amenaza con
volver en 2024 o presentar a su hija. Puede que siga crítico con Biden desde su
torre dorada, pero será precavido porque para salvaguardar sus negocios y sus
chanchullos no conviene provocar al
poder .
El
presidente del Gobierno tendrá que decirle a Iván Redondo que esta vez no lo ha
aconsejado bien para endulzar u imagen pública.La visita al hospital madrileño
de la Paz no ha sido precisamente un éxito.
No había
visitado nunca un hospital y lo hace de un modo pueril e indigno. Aprovecha que
la presidenta de la Comunidad, su feroz opositora, estaba de viaje y ni
siquiera le avisaron al alcalde de Madrid. Se presentó con el ministro de
Sanidad (les faltó Fernando Simón) buscando las cámaras y la foto favorable,
pero se encontró con un sonoro abucheo. Para colmo, el alcalde, que acudió en
cuanto se enteró, fue recibido con aplausos.
Total, un
día para olvidar por parte de Sánchez cuya gestión de la pandemia está lejos de
ser uno de los logros de su Gobierno.
Estamos
acostumbrados a oír que no se puede estar en misa y repicando o soplar y
sorber. Pero los tiempos cambian y surge un mago que lo hace posible en un
ámbito complejo como el político, donde muestra que se puede ser gobierno y
oposición simultáneamente. La lealtad que prometió a la Constitución ha
desaparecido; juega a ser republicano de opereta con el Rey delante; revienta
la política exterior apoyando al Polisario frente a Marruecos y provocando un
aumento de inmigrantes en nuestras calles; firma con Bildu y ERC enmiendas a
los Presupuestos, etc.
Impone la
aprobación de medidas que el PSOE nunca contempló en sus años de gobierno. Cada
día esta más claro que el rojo moñudo no sabe vivir si no es gobierno y
oposición a la vez. No va a renunciar al populismo y la demagogia, condiciones
ambas que un gobierno no se debe permitir.
A un
subinspector de policía lo expedientan por falta grave y piden tres meses sin
sueldo porque se refirió al rojo de la Navata diciendo “el del moño”.
Citar a un
personaje público señalándolo como “el de la barba o el del pelo largo” ¿merece
una sanción? Pero claro, hay que entender que en esta ocasión se refería a una
persona tan sensible, tan respetuosa con los demás, que se emociona cuando ve
que le abren la cabeza a un policía.
Desde el
ministerio de Interior y la Fiscalía lo miman y lo mantienen en una burbuja,
aislado de críticas o manifestaciones en su contra. Yo creo que se equivocan
porque este joven moñudo suspira por singularizarse con un peinado atípico y su
forma de vestir en actos institucionales. De ese modo encubre sus carencias
psicológicas, su inmadurez y sus miserias. Consigue que todos los medios estén
pendientes de él.
La ley Celaá
refleja el miedo que este Gobierno siente ante la libertad de los padres para
elegir Centro y modelo educativos. Se impone la educación pública por la fuerza
cuando todos los esfuerzos deberían ir encaminados a que fuera la preferida por
los padres por su prestigio.
Ya cuentan
con profesionales mejor seleccionados, si faltan medios es cuestión de
inversión y hay que fijar unas ratios que faciliten la tarea del profesor. Pero
hacen lo contrario. Las aulas con alumnos discapacitados que no estarán bien
atendidos y con alumnos cargados de suspensos, vagos y desmotivados no son el
marco ideal para una educación eficiente.
Con ese
panorama es normal que los padres huyan de la pública. Y no parece muy
democrático privarlos de su libertad a fuerza de BOE.
Otra ocasión
desperdiciada para hacer una ley sensata.
Un gobierno
engendro produce leyes engendro, de tal palo tal astilla. Ya se ha consumado el
despropósito y la llamada ley Celaá ha sido aprobada por un voto más de los
necesarios y una sonada protesta de la oposición que la recurrirá y procurará
contrarrestarla en la Comunidades donde gobierna.
Es la octava
ley educativa y seguramente peor que las siete anteriores. Ha llegado al Parlamento
sin un mínimo diálogo previo y, se mire como se mire, restringe libertades. Se
equivocan al querer incluir a todos los alumnos con necesidades especiales en
aulas normales. Y, lo que es peor, no van a lograr que la pública tenga más
prestigio que la privada, no van a frenar la preferencia de muchos padres por
la educación concertada para sus hijos.
Han
encontrado a una mujer “receptora” que no tiene reparos en firmar la ley en el
Boletín oficial y darle nombre.
Hace ya
mucho tiempo yo le pagaba la cuota mensual al encargado de la Casa del Pueblo,
al bueno de Jerónimo y él me ponía un sello. Luego vino en nuevo formato, tipo
tarjeta de crédito, y la domiciliación bancaria de los pagos. Para mí ha sido
durante más de cuarenta años una especie de carnet de identidad.
Y ahora me
planteo amargamente la posibilidad de romperlo y darme de baja; no lo he hecho
porque mi Agrupación sigue siendo estupenda y su secretario general un hombre
de bien, sensato y trabajador.
Pero el
panorama nacional es desolador, diversas circunstancias han conducido a que
estemos en manos de un individuo peligroso de ambición desmedida. Parece a
todas luces un precio demasiado alto el que está pagando por mantenerse en el
poder sin que se siga nada bueno a cambio para el partido o para el país; más
bien todo lo contrario.
No es una
pregunta retórica. Imaginen que elegimos a un grupo de politólogos expertos y
bien informados, conocedores de los programas y las trayectorias de PSOE y
Podemos.
Acto seguido
sometemos a su consideración una serie de medidas que se han adoptado
recientemente: subidas de impuestos contra lo que se hace en otros países;
severas críticas al Jefe del Estado desde las instituciones; pactos con Bildu a
cambio de acercar asesinos al País Vasco; acordar que el castellano deje de ser
lengua vehicular en Cataluña; crear organismos gubernamentales que controlan de
cerca la información de los medios; regular el precio de los alquileres
alterando las reglas de un mercado libre, etc.
Por fin, se
pide a los expertos politólogos que contesten a una sencilla pregunta: ¿Quién
está gobernando en España?
Y ustedes
¿qué contestarían?
Fernando
Martínez Serrano 15-11-20
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.