La moción de
censura presentada por VOX ha dado trabajo a tertulianos y analistas. Algunos,
en un alarde de agudeza, destacan que no sirve para nada porque no podía
prosperar, como si en VOX no supieran contar y el número de diputados que
tenemos´
A Iván
redondo le viene bien porque puede seguir asustándonos con sus espantajos. Al
PP lo crucifica porque ninguna de las tres opciones les resulta conveniente:
votar “sí” es imposible, votar “no” los alinea con la izquierda que tienen que
combatir y la abstención parece una cierta aceptación de VOX.
Y ahí queda,
solo ante el peligro, Abascal, lanzando rayos y truenos a diestra y siniestra
cual Zeus enfurecido, con su estilo directo e incisivo, sin dejar nada en el
tintero. Sabe que quedan ante los españoles como los únicos críticos del
gobierno por la gestión de la pandemia y de la crisis económica.
Vivimos
tiempos de reclusión y confinamiento que son propicios para para el uso casero
de una manta pequeña, ese instrumento tan útil nunca bien ponderado. Se suele
usar sentado en el sillón aunque también admite sofá; debe ser cálida, suave y
ligera; se puede poner por delante sobre las piernas hasta el pecho o por
detrás sobre los hombros y la espalda.
Es un alivio
ahora en entretiempo y en invierno si no queremos una temperatura muy alta en
la habitación. Nos proporciona mucho más que calor, nos da seguridad, intimidad
y tranquilidad. Si no fuera exagerado podría decirse que nos envuelve a modo de
placenta psicoanalítica y nos devuelve al útero materno, un espacio ausente de
problemas y preocupaciones. Con ella encima se soporta mejor la mediocridad
televisiva y se resuelven con éxito los sudokus samurai.
Tengo los
suficientes años como para haber vivido la Transición cuando ya estaba casado,
tenía dos hijos y ejercía mi profesión. Digo esto porque no dependo de la
versión que se ofrezca en este o en este otro libro de los muchos que la
estudian.
Aspectos
destacables hay muchos. Había una especie de telón de fondo que la hizo posible
y era la buena disposición de unos y otros, de tal modo que quienes un mes
antes eran incompatibles al mes siguiente llegaban a acuerdos sobre grandes
temas. Y así fue avanzando. Entre sus principales impulsores y todos los
ciudadanos la superamos con éxito.
Ahora el
chiquilicuatre moñudo quiere “poner el candado al espíritu constitucional”.
¿Qué verá este hombre tan odioso en aquella época?
Comparar
aquellos políticos con los de hoy resulta descorazonador. Había mejor talante y
mayor talento. Sería bueno mirar un poco hacia atrás.
Debemos
reconocimiento y agradecimiento a los jueces porque sólo ellos pueden librarnos
de las tropelías que se cometen actualmente desde el poder, especialmente desde
el Gobierno central.
Copado el Ejecutivo
y controlado el Legislativo gracias a concesiones dañinas, ahora se disponen a
someter al Judicial. Han empezado por la Fiscalía y buscan el órgano supremo
del poder judicial, el CGPJ de un modo burdo y escandaloso incluso para las
autoridades de la UE (hay que decir que l PP con su torpe obstruccionismo les
facilita la labor).
Los
podemitas lo hacen por motivos ideológicos, Sánchez por motivos personales
(como todo lo demás); desde su arrogante soberbia no tolera que nadie lo
contaríe o le eche un pulso (que se lo digan a la presidenta de Madrid). Sólo
podrán frenarlos las urnas.
¿No es una
hermosura que los jueces nos hayan librado de Puigdemont y Torra?
En el mundo
clásico se acudía al oráculo para conocer el futuro, se invocaba a los dioses
para anunciar lo que estaba por venir.
Hoy en la
España pandémica se escucha a Fernando Simón y se sabe que ocurrirá exactamente
lo contrario de lo que él diga. Empezó mintiendo para que el 8-M se divirtieran las chicas de
pancarta. Siguió diciendo que no era un virus peligroso y a España llegarían
pocos casos y controlables. Afirmó que las mascarillas no servían y así
ocultaba que el gobierno las adquirió tarde y mal. Nos ha vuelto locos con sus
cifras para agradar al ministro. Pontificó que nunca habría segunda ola y en
agosto empezó una más intensa que la primera. Ahora niega que el Covid-19 se
propague por aerosoles. Su actuación guarda relación con el hecho de que España
sea un país de los más afectados. Algún día habrá que exigirle
responsabilidades.
La
tragicomedia catalana no para de ofrecernos escenas impagables, siempre con
aspecto cómico pero trágicas en el fondo.
Para
contraprogramar la visita del rey a Barcelona con el presidente del Gobierno se
reunieron en Perpignan los tres últimos presidentes de la Generalitat que son
dos inhabilitados y un condenado devenido en prófugo cobarde.
Allí
proclamaron solemnes que la culpa de sus problemas legales la tiene el rey,
aunque no explican como es posible semejante cosa, pero meterse con el jefe del
Estado es rentable entre estos frenéticos descerebrados.
Les faltó
colocar a un cuarto personaje, su mentor, el gran ladrón familiar Pujol que
dejó el legado a su monaguillo Artur Mas para encubrir sus robos familiares y
así empezó a cobrar cuerpo la locura separatista.
Por citar
otro trío famoso más bien parecían los tres cerditos.
Vaya día que
le han dado al jefe de Podemos el 12 de octubre. Este año ha pensado que debía
acudir al Palacio Real para vender una imagen institucional (antes llamaba
traidores a quienes acudían). Allí ha tenido que saludar al rey, oír el himno
nacional, presenciar el desfile del ejército incluida la Legión y ver como los
exaltados que acuden cada año pedían su dimisión y le enviaban cariños´.
Marimoños es
especialista en asumir contradicciones, pero esto le habrá supuesto un esfuerzo
especial después de la racha que lleva atacando al Estado para encubrir sus
miserias.
Como puede
esta gente odia tanto lo que a fin de cuentas son los símbolos de un país y,
como tales, respetables; que profundo trauma insuperable albergan para destilar
tanta bilis; y como hay gente que dice ser seria y los acoge en su seno.
De poco
serviría hoy aquel nombre con el que se promocionaba nuestro país. La verdad es
que tenemos un panorama desolador por delante. Ofrecemos los peores datos sobre
la pandemia y padecemos la crisis económica con más intensidad que los países
de nuestro entorno. Y si existiera un ranking sobre las clases políticas seguro
que figurábamos en la cola.
Un gobierno
esquizoide, dividido, que se hizo sin obedecer a criterios serios. El
minigobierno de Podemos se dedica a “colocar” a los suyos y atacar a la
estructura del Estado incluyendo al rey. Ahora el jefe del clan está imputado
por un juez por tres delitos y las huestes están agresivas, rabiosas.
El sector
socialista ha emprendido “la batalla de Madrid” contra su presidenta y con el
pretexto del coronavirus, o sea, de la muerte.
Lo dicho, no
gozamos de una imagen internacional muy atractiva.
La
democracia ofrece una gran igualdad de oportunidades, de tal forma que
cualquiera puede acceder a los diversos cargos públicos.
Sería
interesante saber que piensan muchos de los actuales cuando están ante el espejo en la intimidad del cuarto de
baño.
Personajes
como el chistoso Kichi o su pareja, una diputada que dice sentir odio de clase.
Ada Colau, de activista callejera a un sueldo de 100.000 euros. Los jefes de
Podemos, bien custodiados en Galapagar ganando lo que nunca hubieran soñado. El
bufón Rufián, sin oficio ni beneficio, con 75.000 anuales, etc.
Para
continuar el chollo necesitan votos y no van a renunciar a nada que se los
pueda dar. Provocar, hacer daño, socavar el Estado; les da igual, son vividores
de la política y no hay más objetivo que seguir siéndolo; ninguno quiere volver
a las calles.
El juez
García-Castellón tiene claro que Iglesias cometió tres delitos y mantuvo “una
consciente y planificada conducta falsaria” (buen retrato del personaje). El
aforamiento que él denunciaba como privilegio de casta lo salva de momento
porque de no tenerlo hoy estaría imputado y habría que ver la reacción en el
partido que tiene controlado.
Ahora la
fiscalía del Supremo informará si procede o no abrir una causa en la Sala de lo
Penal. Yo creo que el informe será negativo (¿no Doña Dolores?) y los
magistrados lo secundarán deseando quitarse de encima un tema incómodo, una
patata caliente. No frenarán y pondrán en su sitio a este chiquilicuatre venido
a más que aspiraba a grandes transformaciones y sólo ha conseguido transformar
la coleta en un ridículo moño.
De momento
toca descalificar al osado juez y crucificarlo en las redes quienes sirven a
Podemos y cobran por ello.
Fernando
Martínez Serrano 7-10-20
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.