Me parece loable el propósito de lograr la implantación de la educación bilingüe en nuestra Comunidad. El protagonismo lo tiene el inglés aunque, con visión de futuro, deberían potenciarse el chino y el alemán, por ese orden. Bromas aparte, la clave radica en asegurarse de que quienes imparten la enseñanza de una asignatura dominan el idioma que van a utilizar con el alumno.
Si ciertos temas de Física, Biología o la alegoría platónica del mito de la caverna son difíciles de explicar en español, hacerlo en inglés o francés puede resultar delirante.
En suma, bilingüismo pero con prudencia y garantías, no como esnobismo (y nunca mejor dicho).