CABEZÓN
Es una palabra que, además de su significado anatómico, sirve para describir a la persona terca, obstinada y, por extensión, a quienes se aferran a una idea y la mantienen aunque haya cambiado mucho el contexto en el que se generó.
La ministra de Hacienda nos ha ofrecido una elocuente y significativa definición del rojo de la Navata; en plena discusión por los dineros públicos en los pasillos del Congreso le ha llamado “cabezón”. Nunca dejará de serlo, usa su cabeza para llamar la atención con coleta o con moño y en su interior aloja la decimonónica ideología que lo elevó, la defensa que hace de países y líderes que no son precisamente u ejemplo de mente flexible que sabe evolucionar en la interpretación de una realidad cambiante.
Realmente es un cabezón que vive una obsolescencia programada sin saberlo.
Fernando Martínez Serrano 17-12-20
70cd2z