En USA el presidente Trump, fiel a sus promesas electorales, pretende una reforma fiscal que rebaje la actual tasa del 39,6% que pagan las rentas más altas. Y, curiosamente, desde la organización “Riqueza responsable”, integrada por cuatrocientos millonarios, le piden que haga lo contrario, que suba los impuestos para evitar que aumente la desigualdad y se vean afectados los derechos básicos del Estado de bienestar.
Es una elogiable actitud de personas convencidas de la progresividad fiscal, conscientes de que el Estado debe ingresar lo suficiente como para ejercer su función redistributiva en aras de la justicia social.
Seguro que en España serían ferozmente criticados por la jauría que habita en las redes sociales; ya lo hicieron con Amancio Ortega cuando donó material sanitario a la Seguridad Social.