Es ingenuo pensar que quienes apoyan una moción de censura y sostienen a un gobierno frágil no van a pasar factura al beneficiario.
Ahora Pedro Sánchez deberá mostrar inteligencia y habilidad al dosificar esos pagos. No será fácil entenderse con un chantajista profesional vasco y menos aún con ese engendro catalán puesto ahí por su ventrílocuo; adobado todo ello con el celestinaje de Podemos. Será como navegar entre Scylla y Caribdis.
Acercar presos, mejorar financiaciones, ofrecer puestos en organismos estatales… puede debilitar seriamente al PSOE ante sus electores y militantes, cuando sus aspiraciones no deben limitarse a agotar legislatura estando en el gobierno sino a sentar las bases para gobernar con holgura de 2020 a 2024.
Que los paseos monclovitas despejen tu mente.