¿Dónde están las causas profundas de este insoportable estigma de la corrupción que padecemos?. Parece que existen diferencias significativas entre la Europa mediterránea y la central o nórdica. Hay quien las vincula a la mentalidad católica frente a la protestante.
Cada sociedad genera su propia cultura que es la que interiorizamos y va modulando nuestras actitudes y códigos morales. Aquí venimos de una tradición que desprecia el trabajo, crea la picaresca , a los arribistas a la sombra del poder y se cierra con cuarenta años de una dictadura que no fomentaba las virtudes cívica sino el individualismo y la falta de conciencia fiscal.
El reto consiste en cambiar ese rumbo.