A esta altura el Covid-19 se debe estar frotando las manos, celebrando el salto de una especie animal a la humana.
Decidió empezar por el país más poblado del mundo para que no le faltase trabajo, posibilidades de expansión. Pero pronto vio que por allí lo combatían con rigor y disciplina y decidió saltar a la vieja Europa, a unos países que no se lo tomaban en serio, lo veían demasiado lejos; ahí sí triunfó propagándose entre la imprevisión y las contradicciones de su enemigo, que reaccionaba tarde y flojo.
Sus servicios de inteligencia lo informaron de que más al oeste existía un país rico y desarrollado gobernado por un cretino irresponsable y negacionista. Allá se dirigió el grueso del ejército confiando en cerrar con éxito su maravilloso periplo, su aventura por el espacio del homo sapiens.
Continuará.