Es un vuelo muy frecuentado por jóvenes sin oficio ni beneficio, escasa inteligencia, débil personalidad, fáciles de convencer y reclutar por fanáticos profesionales. En realidad es un lugar de paso para sus auténticos destinos: Irak, un Estado fallido desde que se ahorcó a un dictador genocida que frenaba en seco cualquier brote de radicalismo islámico y Siria, un enloquecido avispero, una inmensa batalla de todos contra todos que dura ya cuatro años.
Allí serán adiestrados para matar del modo más cruel en cualquier lugar.
Hay que estrechar alianzas con países islamistas moderados como Marruecos, Jordania o la propia Turquía. Son el mejor muro frente al amenazante yihadismo