Dile a Iván que te diga que sería conveniente deshacerse de tu ministra de Justicia. Su descrédito ya no se produce sólo en el ámbito judicial sino que trasciende y llega a toda persona que esté mínimamente informada. Y se lo ha ganado a pulso.
Está demostrado que mintió hasta que la obligaron a reconocer la verdad; en esas conversaciones tabernarias que ha filtrado el cerdo Villarejo muestra un tono y una actitud deplorables, fulmina a quienes se le enfrentan; revienta el cambalache PSOE-PP sobre el CGPJ filtrando el nombre de Marchena como presidente, que fue el ángel exterminador de su íntimo amigo Baltasar Garzón.
Si no te atreves a cesarla, al menos cámbiala de Ministerio. Al frente de la Administración de Justicia es una vergüenza.