EL CARNET
Hace ya mucho tiempo yo le pagaba la cuota mensual al encargado de la Casa del Pueblo, al bueno de Jerónimo y él me ponía un sello. Luego vino en nuevo formato, tipo tarjeta de crédito, y la domiciliación bancaria de los pagos. Para mí ha sido durante más de cuarenta años una especie de carnet de identidad.
Y ahora me planteo amargamente la posibilidad de romperlo y darme de baja; no lo he hecho porque mi Agrupación sigue siendo estupenda y su secretario general un hombre de bien, sensato y trabajador.
Pero el panorama nacional es desolador, diversas circunstancias han conducido a que estemos en manos de un individuo peligroso de ambición desmedida. Parece a todas luces un precio demasiado alto el que está pagando por mantenerse en el poder sin que se siga nada bueno a cambio para el partido o para el país; más bien todo lo contrario.
Fernando Martínez Serrano 17-11-20