De los desatinos ha tenido lugar en Turquía donde un juez condena a una mujer porque su marido, al castigarla, se hizo daño en la mano. Por lo visto no permaneció lo suficientemente sumisa y relajada mientras era golpeada.
Es difícil llegar más allá en el proceso de degradación de la mujer que se vive en el mundo islámico (y tal vez en mundos más cercanos), aunque se han dado casos en que un hombre violaba a una mujer y la condenada-por provocar-era ella.
Es como si un conductor atropella a alguien en un paso de cebra y condenan al peatón a pagar los desperfectos causados en la carrocería. Todo se andará.