Afirma Albert Rivera que “la regeneración democrática y política sólo la pueden llevar a cabo los nacidos en democracia”. Eso es generalizar y lo demás son tonterías. Se carga a dos generaciones y monta una película apta solamente para menores de 38 años.
Es tan ridículo que únicamente se explica desde la baja puntuación en un test de inteligencia o una alta en el alcoholímetro cuando lo dijo. Imaginen por un momento que los miles de candidatos que se presentan estuvieran por debajo de esa edad.
Un personaje así se va a convertir en el gran árbitro-casi a título personal-del panorama político español durante 2015.¡Vaya prestigio nacional e internacional!
Tampoco se le conocen reflexiones trascendentes ni soluciones originales.Ocurre un poco aquello de que «en el país de los ciegos….»
Un líder emergente que tiene tan altas pretensiones ha de ser más cuidadoso en sus declaraciones.Veremos si da la talla en el complicado año que le espera y al frente de un partido de aluvión que no será fácil amalgamar y menos cuando se vaya conociendo a sus nuevos dirigentes(por ejemplo los de Murcia).En cualquier caso yo le deseo lo mejor,incluida una mayor prudencia.
Besos.
Así es: «en el país de los ciegos…» desgraciadamente con este panorama nos conformaremos con que sean honestos, estadistas brillantes como Azaña, González o mi admirado Cánovas no son corrientes. Y también estoy de acuerdo en que de momento los partidos emergentes no se pueden atribuir mucho mérito, salvo el de estar ahí para recoger el descontento ciudadano. El reto lo tienen al día siguiente de las elecciones.
Claro que han de ser honestos,esa es una cualidad exigible a todos.Pero un líder nmacional,alguien que aspire a gobernar el país ha de ser muchas cosas más y siempre con el telón de fondo de poseer sentido del Estado.Tras el 24M y, sobre todo tras Noviembre, veremos quienes dan la talla y ven más allá de los intereses partidistas.
Bueno, bueno, tampoco hay que fustigar al pobre Rivera por un desliz cometido en plena vorágine de campaña electoral. Ya ha matizado su desafortunada frase, explicando que quiso poner de manifiesto la necesidad de que gente joven vaya ocupando puestos de responsabilidad. Evidentemente no se debe ni se puede descartar a nadie ( y menos por razones de edad) en el proceso de regeneración democrática y política que tanto urge en España. Rivera, a pesar de su juventud e inexperiencia en el ámbito de la política nacional, demuestra bastante sensatez y seriedad. Tenemos una clase política que no nos merecemos (por mala) y que hace que no se aplique el dicho: «más vale malo conocido que bueno por conocer «. Así a bote pronto se me ocurren unos cuantos que han metido la pata en algún momento: Cospedal, Villalobos, Aído y Sánchez (comparten bobada), Mas, Wert… y muchos más hasta llegar a la reina madre de los errores, los insultos, las malas prácticas y la corrupción como eje de su política, la inigualable Aguirre, «palomita blanca» de la política española, a la que todo le está permitido, por ser como es: ¡una gran sinvergüenza!
Por eso y por mucho más, creo que Albert tiene márgenes como para meter varias patas al día…