Asía ha ocurrido a lo largo de la Historia y está ocurriendo casi literalmente en Cataluña a causa del Covid-19. Sus anhelos autárquicos y su odio a lo español llevan a las autoridades catalanas a poner pegas al Ejército para montar hospitales de campaña con los que paliar las carencias y sugieren que los enfermos mayores de 80 años mueran en sus casas para no ocupar camas UCI antes que pedir ayuda a otras CCAA. Oír las declaraciones de Alex Ramos, secretario general del sindicato médico, es estremecedor.
¿Debe una sociedad asistir impávida a estos espectáculos?
Los jueces podrían actuar de oficio y de inmediato, frenar en seco a estos crueles descerebrados que anteponen su obsesión independentista a cualquier otra cosa.
Y algunos, ciegos, siguen dándoles alas; como si ignorasen que en su vuelo los arrastrarán.