Parece que eso de “ser más desgraciado que el Pupas” es un título que tiene ganado a pulso- y a penaltis fallados- el Atlético de Madrid. Pero tampoco le andan a la zaga los líderes del socialismo francés si analizamos los últimos años: el yihadismo golpea con crueldad y, frente a las guitarras, hace sonar los kalasnikov en la sala Bataclan; la crisis y la islamofobia hacen crecer a la extrema derecha hasta sus mayores cotas; las necesarias y duras reformas laborales provocan huelgas y manifestaciones multitudinarias; la disparidad de criterios crea divisiones en el partido socialista; la Eurocopa se va a jugar entre incómodas medidas de seguridad y, para colmo, se les desborda el Sena poniendo en peligro obras del Louvre. ¿Hay quien dé más?