Tal y como se esperaba ha podido superar el proceso de destitución, sale absuelto y fortalecido. A pesar de que está claro que es culpable de los delitos de abuso de poder y obstrucción a la justicia (y de otros más que tendrían que servir para inhabilitarlo como presidente).
Pero los republicanos no estaban dispuestos a votar en contra, se sienten cómodos e incluso ven que los vientos les son favorables.
Trump va a ser reelegido y eso es fatal para la idea misma de democracia porque significa que un personaje fanfarrón y zafio, con mentalidad de promotor inmobiliario, seguirá al frente de la primera potencia mundial teniendo el apoyo de una mayoría.
Y también que una masa primaria, acrítica y acomodaticia es capaz de aupar y soportar a individuos como este.
En cualquier caso, síntomas preocupantes que apuntan a un diagnóstico muy negativo.