Cuando dejas de ser o hacer algo que deseabas tiene lugar un proceso de adaptación, de retorno a la fase previa. Y, si nunca es fácil, en algunos casos resulta especialmente difícil.
Ahí tenemos bastantes exmaridos que agreden o asesinan a sus exmujeres aplicándose aquello de “si no eres mía, no eres de nadie”.
Otro ejemplo es el de los expresidentes y cada uno lo lleva como puede.
Aznar incordiando en su propio partido y rezumando rencor desde su profundo complejo.
González reprimiéndose hasta donde es posible para no decir con claridad lo que piensa del actual líder socialista.
Zapatero no encuentra su espacio y media apoyando causas y gobernantes impresentables como Maduro o Morales; hace el ridículo dentro y fuera.