Sino bastante sucias y entrelazadas con las de unos supuestos defensores de usuarios de banca. Y así, juntos, el sindicato Manos Limpias y Ausbanc se dedicaban al chantaje puro y duro. El primero fue sospechoso desde su nacimiento y llamarse “sindicato” era todo un abuso de lenguaje (a qué colectivo defendían).
En el mundo financiero era un secreto a voces que esta gente no jugaba limpio pero el dinero es conservador y discreto y a veces pagas por no verte envuelto en un conflicto con difusión pública (un fuerte abrazo, Braulio).
Al final la denostada doctrina Botín es un acierto porque hay quien promueve procesos judiciales y no busca precisamente justicia.
Llevaba razón el torero:<Lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible>.