Este es un tema en el que todo suena raro, empezando por la palabra “estiba” para quienes no vieran hace tiempo “La ley del silencio”.

Controlan un sector estratégico para la actividad comercial y, conscientes de ello, se blindan con buenos sueldos, exclusión de mujeres y puestos de trabajo vitalicios y  hereditarios. Todo de una endogamia propia de los gremios medievales.

También ellos se permiten  causar enormes perjuicios y poner en jaque al Estado, que también en este caso parece amedrentarse.

Se podrían formar grupos especializados en el Ejército para que desempeñaran este tipo de funciones en casos extremos. Seguirían las negociaciones con la Administración pero sin chantajes ni pérdidas cuantiosas y evitables. Es una forma de optimizar activos militares y preservar el bien común frenando a grupos cuasi mafiosos.