No era suficiente con padecer el comportamiento ridículo de muchos políticos en nuestras instituciones y hemos tenido conocimiento de las patochadas que se gastan algunos en las europeas. En poco tiempo dos buenos ejemplos: empezó un parlamentario polaco de extrema derecha “proclamando” la manifiesta inferioridad de la mujer en todos los sentidos y ha continuado el socialista holandés Dijsselbloem calificando a las gentes del sur de borrachos y puteros (así, sin eufemismos) que dilapidan las ayudas que se les conceden.
Sería bueno cesar fulminantemente a estos cretinos que crispan de un modo tan innecesario para que los ciudadanos demos más crédito a los organismos europeos.
Váyanse el uno a Polonia y el otro a Holanda, haciendo posible que presida el Eurogrupo Luis de Guindos que es una persona seria.