“El fantasma del comunismo recorre Europa”, afirmaban Marx y Engels en su “Manifiesto” de 1848.

Hoy, a raíz de las últimas elecciones austríacas o francesas y el susto que ha provocado el FN de Marine Le Pen, cabe preguntarse si ese fantasma no habrá cambiado de signo y será el de la extrema derecha. Especialmente en los países más industrializados y ricos proliferan partidos de este tipo y casi un 25% de la población los apoya.

Su banderín de enganche lo componen el anti-islamismo (sustituye al antisemitismo) y el rechazo de una inmigración masiva e incontrolada.

O sea que los atentados yihadistas y los movimientos migratorios por razones económicas y/o políticas mantendrán bien cebado este fenómeno sociopolítico.

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