Entre el ecuador y los 37º de latitud norte, entre los 10º de longitud oeste y los 80º este, en unos 18 países de dos continentes habita el terror que amenaza a la humanidad; financiado, armado, lleno de odio y crueldad, vive cobijado en una religión que practican 1.300 millones de personas.
Sólo se desactivará desde dentro, cuando la mayoría moderada, no integrista, lo quiera.
En nosotros la razón se fue abriendo camino, tuvimos el Renacimiento y la Ilustración, fuimos separando lo civil de lo religioso.
Ellos aún viven anclados en la fe y la madraza, organizan su sociedad desde un libro religioso, negando la andadura racional y el desarrollo cultural.
El proceso será lento y sangriento.