Descubren una frase estupenda para su publicidad: “Bienvenido a la república independiente de tu casa”, la ponen de moda y algunos dirigentes políticos de limitada inteligencia y desbordados sentimientos se la creen y quieren aplicarla a sus territorios.
Todo nacionalismo sobrevive a base de victimismo y demandas irracionales pero lo que ocurre en Cataluña se hace ya insoportable, traspasa todas las líneas rojas.
Hay que reconocer que se ha tardado mucho en reaccionar con firmeza. Cuando te asisten la legitimidad, la razón y la Constitución no se puede sentir temor ni tener mala conciencia por aplicar la ley y obligar a quienes la incumplen. Hay que hacerlo con calma e inteligencia y explicarlo bien, a los de allí y a los de aquí.