Ángela Merkel ha vuelto a ganar las elecciones pese a experimentar una bajada considerable de votos.
Vino de la Alemania oriental y cruzó el muro en 1989 con ímpetu, con gana de vivir y ejercer en un país democrático.
Ha quedado debilitada y le costará formar gobierno, como ella misma reconoce (algo que por aquí nadie haría con esos resultados).
Gobernaba en coalición con los socialistas y los ha dejado sin espacio, han sufrido un serio revés poniendo en evidencia que la Socialdemocracia tiene que reinventarse en Europa.
La extrema derecha le ha comido votos a la democracia cristiana a cuenta de los refugiados e inmigrantes; se mostrará provocadora en el Parlamento.
Ojalá no se resienta la tarea de fortalecimiento de las instituciones comunitarias europeas.