Dudo mucho que exista alguien capaz de explicar lo que pasa en Siria desde hace 8 años. Aquello es un galimatías infernal donde se cruzan tantos factores que lo convierten en un rompecabezas de difícil factura.
Empezó la oposición a Bachar al Asad y parecía un conflicto civil pero pronto se complica con la intervención de Rusia, USA, una coalición internacional y, para colmo, el Estado Islámico se asienta en una amplia zona desde donde planea sus asesinatos. En el norte los kurdos, un pueblo sin Estado, luchan conta los yihadistas y reciben apoyo norteamericano.
Ahora Trump se retira, quita el escudo protector y los turcos (con la “comprensión de Rusia y al Asad) se lanzan furiosos contra su tradicional enemigo kurdo. Vuelven los bombardeos, la muerte indiscriminada, desplazamientos y refugiados en busca de paz. El maldito eterno retorno.