Es una de esas personas que te reconcilian con la humanidad. Convencida de la bondad de una causa, se entrega vitalmente a ella. Lleva más de 50 años investigando acerca de los chimpancés, ha difundido sus estudios y ha creado un Instituto internacional que lleva su nombre.
Ha demostrado lo que muchos creían: les faltan la capacidad de abstracción para elaborar conceptos y el lenguaje pero son animales inteligentes, afectivos y sociales. No por casualidad Linneo los clasificó-junto con nosotros-en el orden de los primates.
La evolución nos ha situado a los humanos en una posición hegemónica pero a veces no entendemos el sentido unitario de la vida, su origen único y actuamos irresponsablemente con la naturaleza y con los demás animales.
Jane Goodall aún es optimista.