LA HERENCIA
Es indudable que Trump ha sido el culpable del bochornoso espectáculo de la toma del Capitolio por una turba enloquecida. Su negativa a aceptar la derrota y su agresiva actitud han encendido una mecha de temible alcance. Deja como legado a 70 millones de norteamericanos primarios, pedestres y pendencieros; todo un peligro potencial.
Con Biden tranquilo en la presidencia y esforzándose por pacificar y “desfacer entuertos” habrá que ver si el energúmeno ex no se dedica a agitar las aguas y cubrir cuatro años más de burdo populismo nacionalista o encuentra a alguien que le tome el relevo en la carrera de la confrontación. El partido republicano tendría mucho que decir.
Estos desalmados son siempre indeseables, pero las masas a las que movilizan no lo son menos y ya estaban ahí antes de que él los “animara”.
A ver si aprendemos por aquí. Que todo es contagioso.
Fernando Martínez Serrano 9-1-21
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