El persistente pulso secesionista catalán es, con diferencia, el mayor problema que tenemos, nos concierne a todos y no sólo al gobierno.
La versión identitaria que considera nación a un grupo humano que comparte lengua y cultura corresponde sin duda a catalanes, vascos y gallegos que ya la viven en plenitud de derechos.
Pero se trata de la idea proveniente de la Revolución Francesa que habla de “colectividad igualitaria, solidaria, universalista y no excluyente, cuyos miembros son titulares de la soberanía estatal”, tal como afirma un gran magistrado del Supremo en una reciente sentencia y recoge nuestra Constitución.
Fijado el concepto, si un político constitucionalista, buscando el interés personal, dice que España es una “nación de naciones” incurre en una grave irresponsabilidad.
¡Y no está el horno para bollos!
Entonces será que tal vez no sea constitucionalista ese político, o no sea siquiera consciente de la gravedad de sus declaraciones. Hay muchos diputados sentados hoy en el hemiciclo que no tienen claro cuál es su deber.
Y una cuestión que no comprendo: ¿por qué nuestra ley electoral permite que haya diputados regionalistas en el Parlamento nacional?
Si Burke, fundador del moderno principio de representatividad, dejó bien claro que cada diputado representaba el interés general de la nación, ¿por qué hay diputados de Esquerra o del PNV o de Bildu?
¿Nos representan a todos acaso? Además, a ellos les cuesta mucho menos conseguir un escaño!
Tantas cosas habría que cambiar si hubiera voluntad y unidad…
Si hubiera que dibujar el perfil medio de los políticos actuales españoles no encontraríamos un nivel muy alto y lo peor es que parece observarse una tendencia a la degradación.
Hay diputados regionalistas porque la ciscunscripción electoral es la provincia y nada les impide presentarse;sus escaños les cuestan menos y les salen más rentables ya que en la situación actual de imposibles mayorías se permiten incluso el chantaje descarado.Que se lo digan al diputado canario quevedesco.