Cada vez que se convocan plazas desde la Administración, la demanda supera a la oferta. En este caso la Guardia Civil ofertaba 2.210 y había 23.110 opositores. En la primera criba quedó fuera un 43% de ellos y lo curioso es que fue por no superar la prueba de ortografía; la de inglés y el examen psicotécnico siguieron eliminando aspirantes.
Todo va contribuyendo a una redefinición de esta institución, lejos ya de aquella imagen de Cuerpo duro y represor que llegó a alojar algún grupúsculo con veleidades golpistas.
Hoy es una policía de las más modernas y eficaces de Europa con especialistas de primera línea en diversos campos. Su sentido de servicio y entrega es tan alto que hacen que se sientan seguros en sus viviendas incluso quienes los odian.