Un buen mes para acabar con la huella del dictador. Desde la prudencia con ánimo de hacer justicia histórica y no desde la demagogia para contentar a Podemos, habría sido fácil reunirse con la familia, comunicarles la firme decisión de resolver el tema e invitarlos a que estuviesen presentes en el anuncio de la exhumación y el traslado de sus restos al panteón del Pardo.
De paso, negociar la compra del pazo de Meirás por la mitad de lo que piden. El destino del nefando Valle de los Caídos será fácil fijarlo de acuerdo con los demás partidos.
Pero tal y como se actúa sólo se logra enquistar el problema y provocar la indeseable reacción del fanatismo que levanta el brazo.
¿Has sido tú también el asesor, Iván?