La tiranía de lo políticamente correcto impone que sobre ciertos temas sólo hay un punto de vista acertado, ortodoxo; si no lo ves así te lloverán improperios y descalificaciones. Asumo el riesgo.
El fenómeno creciente de los inmigrantes menores no acompañados, los MENAS, nos desconcierta, no sabemos trazar una clara línea de actuación.
Sus familias les ayudan a salir de Marruecos y pagan a los traficantes que los traen. Aquí tienen garantizados el alojamiento y la manutención; adolescentes y jóvenes sin oficio ni beneficio saturan los Centros de acogida y pululan por las calles, en muchos casos robando y/o violando, no hacen nada parecido a un intento de inserción social.
¿En virtud de qué principios hemos de acogerlos y convertirlos en un problema nuestro?
Si fuesen devueltos a su punto de partida volverían a su entorno familiar y a vivir en las condiciones que lo hacían.
Naturalmente, los refugiados de otros países son caso aparte.