MIEDO A LA LIBERTAD
La ley Celaá refleja el miedo que este Gobierno siente ante la libertad de los padres para elegir Centro y modelo educativos. Se impone la educación pública por la fuerza cuando todos los esfuerzos deberían ir encaminados a que fuera la preferida por los padres por su prestigio.
Ya cuentan con profesionales mejor seleccionados, si faltan medios es cuestión de inversión y hay que fijar unas ratios que faciliten la tarea del profesor. Pero hacen lo contrario. Las aulas con alumnos discapacitados que no estarán bien atendidos y con alumnos cargados de suspensos, vagos y desmotivados no son el marco ideal para una educación eficiente.
Con ese panorama es normal que los padres huyan de la pública. Y no parece muy democrático privarlos de su libertad a fuerza de BOE.
Otra ocasión desperdiciada para hacer una ley sensata.
Fernando Martínez Serrano 21-11-20