OBCECACIÓN
Cegados como están con su campaña antimonárquica y reivindicativa de la República siguen empecinados en identificar persona con institución.
Ciertos comportamientos del rey Juan Carlos son poco edificantes, pero en absoluto pueden esgrimirse como causa para cambiar la jefatura del Estado.
Monedero e Iglesias son personajes esencialmente corrutos y no por ello se pide la disolución de Podemos; ha habido empresarios corruptos, pero nadie pide la disolución de la CEOE; varios sindicalistas han cometido tropelías y no se condena a UGT o a CCOO. Se podrían utilizar otros muchos ejemplos, pero nada va a impedir que los podemitas sigan con su campaña. Es su gran baza demagógica y populista para intentar frenar la caída electoral que les están vaticinando diferentes encuestas.
Y estas gentes nos están gobernando… porque otros lo están consintiendo.
Fernando Martínez Serrano 14-12-20