Pretenciosa y pentasílaba palabra que significa que algo queda superado con el paso del tiempo. Los malvados fabricantes saben muy bien crear aparatos cuya vida media está programada a corto plazo.
Ahora falta trasladar el concepto al ámbito político donde dos legislaturas deberían ser el plazo máximo para cualquier cargo público y que algunos dirigentes se lo apliquen voluntariamente en momentos justificados. Es el caso de Rita Barberá o de Mariano Rajoy (Esperanza Aguirre ya se ha adelantado). Aunque no se hayan quedado con un solo euro, cuando sucedían tantos casos de corrupción ellos estaban allí y no precisamente ocupando un papel secundario.
Cuando en tu propio partido desean tu salida lo mejor y lo más digno que puedes hacer es dejar paso.