En el mundo entero se vive el progresivo abandono del medio rural para instalarse en las ciudades, se renuncia a una vida dura e incierta en búsqueda de un bienestar que no siempre se consigue.
Lo único positivo hasta ahora de la precampaña electoral es que está sirviendo para cobrar conciencia del desequilibrio campo-ciudad.
La “España vaciada” se manifiesta pidiendo soluciones y los partidos políticos, cómo no, se hacen eco de sus demandas y prometen soluciones.
Habrá que ver si cuando gobiernen están dispuestos a hacer las inversiones necesarias para dotar de infraestructuras y servicios a esas zonas geográficas.
Por esa igualdad también habrá que luchar con urgencia y eficacia.
Vivimos la paradoja de que muchos urbanitas, hartos de la gran ciudad, buscan paz y calidad de vida en pueblos pequeños.