Transformado en algo distinto de sí mismo (como el trabajador del marxismo), ajeno, extraño. Si alguien fotografía España acabando 2014 aparecen dos temas destacados, omnipresentes: el pequeño Nicolás y los jóvenes de Podemos.
Ambos han sabido optimizar recursos: uno, su álbum de fotos con personas influyentes ; otros, las mareas de indignación que genera una crisis tan larga.
Ambos provocan subidas: uno, los índices de audiencia en las cadenas privadas; otros, la intención de voto en las encuestas.
Posiblemente ambos muestran componentes fraudulentos que el juez y el tiempo nos irán desvelando.
Vivimos una “enajenación mental transitoria” que, como su propio nombre indica, ojalá pase pronto y nos devuelva la cordura.