El comportamiento del presidente norteamericano da lugar a que algunos medios tengan programada ya la “hora Trump”. Avanza incontenible, confirmado las primeras impresiones que suscitó.
Es innecesario hacer un inventario de sus barbaridades; insulta a los periodistas, ataca a sus cuerpos policiales y de defensa.
Un grupo de psicólogos y psiquiatras ha pedido un informe sobre su capacidad intelectual y su estabilidad emocional (las dos están bajo mínimos).
Pronto acabarán por arrepentirse de haberlo votado desde el campesino hasta el empresario que espera ventajas pasando por el obrero industrial.
Quedará para la historia como un mal recuerdo y un buen ejemplo de que el voto debe ser siempre más reflexivo.
El mundo no puede seguir pendiente de las excentricidades de este infame personaje.