Frida es una niña mejicana de 12 años que se debate entre la vida y la muerte atrapada en las ruinas tras el terremoto que ha causado tanto desastre. Su caso suscita compasión, amor y solidaridad, sentimientos que unen y dignifican a los hombres. Méjico está pendiente de ella.
Puigdemont es la cabeza visible de un estrafalario movimiento independentista en Cataluña. Provoca tensión, enfrentamiento y odio.
España está pendiente de él.
¡Qué vergüenza, qué desastre, qué pena!
Seguro que cada país vive sus propios problemas y padece sus miserias pero en Europa ninguno sufre un fenómeno parecido.
Llevaba razón Gil de Biedma cuando afirmaba que nuestra historia es la peor de todas porque siempre acaba mal.
Es una pena que Don Ramón Maria no esté entre nosotros, menudo esperpento habria salido de su pluma, menudo aquelarre estamos viviendo. Tuvimos en España un gran critico cinematrografico, Don Alfonso Sánchez, que en una ocasión dijo que una película podía ser cualquier cosa menos aburrida, y todos estos no es que su oratoria sea de pena y su léxico muy reducido, no es eso, sencillamente es que ABURREN¡¡¡¡¡.
Cuando escucho tanto lo de nación de naciones, etc., etc, no puedo dejar de acordarme de aquella Sra. paseando por la clase, con sus manos a la espalda y su carácter, que lo tenía, enseñándonos lo que eran los reinos de taifas, si, ella misma, Doña Carmen Rey.
También les dijo un catalán nacionalista, Tarradellas, que en política se puede hacer todo menos el ridículo.Ellos no hacen caso de nada ni de nadie.La pasión estrecha los campos perceptivos.
Verdaderamente habría sido un placer oír a Dª Carmen opinar sobre este esperpento.
Gracias por el comentario.