Hace 12 años J. Antonio pensó que aquel cachorro de pastor belga sería fuerte y tenaz y lo llamó Rocky.
Un día este hombre apareció en su finca muerto, con arañazos en el cuerpo. Todos pensaron que había sido atacado ferozmente por el perro y, claro, lo “condenaron” a muerte.
Ahora se ha sabido que el dueño murió por causas naturales y el perro intentaba mover su cuerpo, reanimarlo, como queriendo devolverle la vida.
Triste final el de ambos.
Ya ocurrió un episodio similar con el perro de aquella extravagante enfermera del Ébola: sin saber si estaba contagiado fue rápidamente sacrificado.
Los perros se están planteando si vale la pena seguir siendo el mejor amigo del hombre.
Curiosamente mi nombre es José Antonio y tambien tengo una pastor belga, desgraciadamente muy anciana ya, mis relaciones con los especimenes humanos han sido siempre escasas y muy selectivas, y a la vista de lo que vemos estoy muy contento de mi trayectoria, ya quisieran muchos tener algunas de las cualidades de mi pastor belga, cuanta compañia, cuanto cariño y sin pedir nada a cambio.
Jose Antonio, yo tengo una perra braca,Diana,con trece años y no pararía de contarte alabanzas de ella.En resumen,yo creo que compartimos la afirmación de Schopenhauer:»cuanto más conozco a los humanos más amo a mi perro»