Ha sido cesado como director de su periódico que acumulaba insoportables pérdidas. Héroe o villano. Sedicente periodista investigador o portavoz de odios y venganzas de unos contra otros. Defensor y detractor de la lucha contra el terrorismo, terco conspiranoico con el 11M.
Muestra cierto paralelismo con Garzón, dos ególatras que manejan temas y tiempos en función de sus intereses.
Si Juan Tomás de Salas levantara la cabeza, nos tomaríamos – otra vez- un whisky, satisfechos. Que no sufran sus adeptos, volverá pronto porque su cuota de vanidad nunca estará satisfecha.
No estaría mal que nos contara la indemnización que ha recibido de Unedisa.