Somos la especie más compleja entre los seres vivos, también nuestro psiquismo es el más amplio y sofisticado. En algo tan importante para nosotros- fisiológica y culturalmente- como la sexualidad se hace patente esa complejidad:

Exhibicionismo, voyeurismo, froteurismo, picazismo( qué asco), necrofilia(qué miedo), zoofilia(qué barbaridad),gerontofilia(qué vergüenza)…de todo hay en la viña del Señor.

Nada es tan abominable como los delitos sexuales cometidos con niños, desde la pedofilia a la pederastia. Contra quienes los cometen- y su número va en aumento- ha de reaccionar la sociedad con mayor contundencia; todas las medidas preventivas posibles pero los castigos más severos posibles que la ley permita.