Recientemente ha sido abucheada;un hecho sin precedentes que, para más inri, ocurre en sus queridos y frecuentados espacios musicales,donde se supone que no acude gente antisistema.
¿Qué le reprochan? ¿su entereza como mujer frente a las debilidades de su marido? ¿su decepción como madre ante las fallidas elecciones de sus hijos? ¿su amargura como abuela por saber que sus nietos llevarán un apellido marcado por la irresponsable codicia del padre?
Me parece un hecho deplorable, mezquino, antiestético y cobarde, indicador de la mala salud mental de un país. Y el debate monarquía-república lo dejamos para otro día y para gente seria.
“Un montón de gente no es una República” decía el gran Aristóteles. Últimamente vemos que no hay una manifestación que se precie en la que falte la bandera republicana – ¿quién lo iba a decir en la transición?-. Tengo mis dudas de que esto sirva para defender la causa que pretende. ¿Quién ha dicho que un republicano ha de ser casi un anti-sistema? Tal vez sólo sirva para dar motivos a los interesados en asociar República con desorden y eso en España nos resulta muy conocido.
La República se defiende mejor en los despachos, en las aulas, en debates públicos, etc. Y con argumentos que resulten más convincentes.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.