A esta altura poco puede añadirse al perfil del presidente de EEUU. Un rasgo singular y definitorio viene dado por su actitud ante las mujeres, la alta consideración en la que tiene al género femenino.
Ya en campaña nos mostró sus respetuosas inclinaciones diciendo lo que puedes hacer con ellas cuando eres poderoso. Ahora anda pleiteando con una actriz porno con la que tuvo relaciones estando ya casado con su actual mujer; viendo la pinta que tiene se entiende todo. Ya sólo falta que Putin filtre algún día los vídeos que le grabó en un hotel ruso.
Desde su zafiedad y primariedad conecta bien con los electores de la América profunda. Lo increíble es que también cuente con el apoyo de muchas mujeres, sabiendo lo que piensa de ellas.