REINA LETIZIA
Desde el principio ha suscitado controversia y se ha cuestionado su idoneidad. No era noble, estaba divorciada, sus padres separados, demasiado independiente, casi dominante, etc.
Ha tenido que ir forjando su figura en un medio un tanto hostil. No tuvo buena relación ni con su suegro ni con sus cuñadas; intuyó que en la Familia Real se alojaban factores negativos para el futuro de la pareja y no le falló el olfato de periodista y ciudadana normal.
Vive volcada en sus hijas, su gran patrimonio, incluyendo a veces un exceso de celo y, a su vez, tiene un apoyo inestimable en su madre, que cumple a la perfección como tal y como abuela. Su elección no fue un error sino todo lo contrario. Hoy es un pilar fuerte sobre el que descansa la Corona y protege al Rey en su relativa soledad.
Fernando Martínez Serrano 12-9-20