Tiempo de elecciones, oferta de programas. Aún hay partidos capaces de presentar lo impresentable, lo que nunca llegaría a realizarse.
Oídas las propuestas de Podemos (incluyo a Errejón) cuesta pensar en la presencia de algún economista o, simplemente, de gente con los pies en el suelo. Semana laboral de cuatro días, salario mínimo de 1.200 euros, más impuestos a la Banca, aumento del gasto público sin contrapartidas claras de ingresos, o sea, más déficit y aumento de una deuda ya muy elevada.
Vistos sus propósitos, los trabajadores tendrían que ser los primeros en negarles el voto porque con estos sedicentes izquierdistas se hundiría la economía, caería la inversión y desde luego los empresarios no crearían empleo.
Pero a ellos les da todo igual, tienen que diferenciarse de los partidos de la casta y encima ahora compiten entre sí.
Por fin los restos de Franco han salido de donde nunca debieron estar. Ha sido un proceso largo y torpemente gestado por puro afán electoral. Seguro que se podía haber negociado con la familia (que ha reaccionado tan absurdamente) de un modo discreto.
Esta labor de exhumación debería tener una continuidad lógica: la de buscar todos los cadáveres que yacen en fosas comunes, los que fueron víctimas de la frialdad asesina de la dictadura sólo por sus ideas o por permanecer fieles a la República. Se viene haciendo con cuentagotas y con pocos recursos; tendría que diseñarse un programa de actuación que incluya los medios adecuados y naturalmente cuente con el apoyo de los partidos, sin controversias ni electoralismo.
A ver si hay suerte y un día Iván le dice a Pedro que esto también sería valorado por su electorado.
La solución del problema catalán (al menos el intento) requiere ideas claras y voluntad firme. El tema lo deben abordar PSOE-PP-CS-VOX (guste o no guste es una fuerza parlamentaria) con renuncias y sacrificios entre ellos hasta fijar una posición.
Inmediatamente se deja claro a los separatistas que nadie quiere sus votos ni su apoyo en el Congreso, que se hace una renuncia expresa.
Acto seguido se celebran reuniones con ellos para ver si plantean demandas legales; tal vez alguna competencia más, la revisión de algún punto del Estatuto, una justa ley de financiación autonómica, etc.
Hecho esto, se delimitan claramente las reglas del juego, que vienen dadas por la Constitución y se les asegura que no se admitirán incumplimientos ni con hechos ni con gestos a los que son tan aficionados.
Si persisten en su actitud actual tendrán enfrente al Estado con todo su poder.
Las pautas de comportamiento que se siguen en política nacional e internacional están un tanto desquiciadas y el transcurrir de algunos acontecimientos podía originar un curioso fenómeno histórico: que Gran Bretaña pasara a ser una colonia de EEUU, invirtiendo el sentido de la relación que tenían en el siglo XVIII.
Era difícil superar la torpeza de Cameron y la inanidad de Theresa May pero Boris Johnson supera todas marcas negativas (parece mentira que la nación inglesa engendre individuos como este).
Su Brexit debilitará las relaciones de país con la UE y en el concierto internacional; sólo su clon norteamericano, el desaprensivo Trump, le promete tratados fructíferos, garantizándole el apoyo incondicional. Y ahí permanecerán, cogidos de la mano, sembrando inquietud.
Los británicos retrógrados, nostálgicos de imperio, vuelven a aquella sociedad cerrada que se resistía a la romanización.
El Nacionalismo tiene sobradamente acreditada su condición de fenómeno negativo y perverso; a lo largo de la Historia sólo ha causado estragos en los países en los que surgía; siempre es supremacista, excluyente y, por supuesto, irracional.
En España asoma cuando soplan aires de libertad: II República y actualidad. Tenemos la desgracia de padecerlo por partida doble, vasco y catalán, y está resultando imprescindible para formar Gobierno.
Se enquista la estructura de bloques sin que ninguno de ellos alcance la mayoría absoluta y el fiel de la balanza pasa a estar en los partidos nacionalistas, especialmente los catalanes porque el PNV es mercenario y todo lo supedita al dinero y prebendas que pueda obtener.
Por eso es un fenómeno creciente con sus estupideces y provocaciones, siempre tensando la cuerda porque sabe que enfrente nadie tiene claro cual debe ser la respuesta adecuada.
Me parece bien que haya personas nostálgicas de un determinado personaje histórico que se reúnan para recordarlo. Pero empieza a ser preocupante cuando el personaje en cuestión ha sido un implacable dictador responsable de muchas muertes evitables durante y después de una guerra civil.
Aquí en España los trasnochados sentimientos de unos y la torpeza electoralista de otros han reactivado la memoria de Francisco Franco 44 años después de su muerte.
Valgan como símbolos el prior del Valle y el golpista Tejero.
Fray Santiago, benedictino, se cree custodio personal del cadáver e intenta prohibir la exhumación; se opone al Vaticano, al Gobierno y al Tribunal Supremo pero le da igual, su reino no es de este mundo, vive su particular cruzada.
El ex guardia civil, que degradó el uniforme, sigue haciendo el payaso y dejándose instrumentalizar en homenajes a la España que añora.
El Senado USA, con mayoría republicana, tiene en su mano dar una alegría al mundo librándolo de su peor enemigo.
Las trapacerías e ilegalidades de Trump han llegado hasta el punto de iniciar una investigación que puede poner fin a su presidencia; se ha iniciado un impeachment.
Lo paradójico es que, conociendo al personaje y a su entorno, se puede producir un efecto búmeran que contribuya a su reelección dentro de un año. Él afirma que lo hacía todo en aras de su “América great again”, que es objeto de una persecución política y que sus enemigos no reparan en medios.
Los demócratas, divididos, no encuentran un líder adecuado con posibilidades de ganar.
El triunfo del impeachment sería el mejor modo de poner fin a una pesadilla y quedar vacunados por mucho tiempo.
Sin falsa modestia, en tres ocasiones me he referido a la situación y planes de Iñigo Errejón y he acertado.
Ha consumado la inevitable ruptura con Podemos. Es inteligente y prudente, jamás habría cometido los errores de bulto que comete el rojo de la Navata. Buen orador y diseñador de estrategias, se presenta con su partido o en coalición en las provincias donde ve posibilidades de escaño. Él sí sería un “aliado natural” de Pedro Sánchez.
Por el contrario, Iglesias se encuentra en franca decadencia tanto dentro como fuera de su partido. La arrogancia, la frivolidad y el narcisismo pasan factura.
Nacieron en el nefasto laboratorio venezolano que pretendía expandir la revolución, pero pronto empezaron a surgir las discrepancias.
Probablemente el 10-N deje un sabor de boca muy diferente en cada uno de ellos.
No andamos sobrados en esta tierra de personas relevantes que destaquen en campos importantes. Y cuando aparecen algunos casi los ignoramos.
Tres ejemplos como muestra.
César Terrer dirige un estudio de la Universidad de Stanford sobre el decisivo papel de los bosques por su absorción de CO2 para frenar el cambio climático.
El físico Germán Martínez, 36 años, con magnífico currículum, profesor universitario en Michigan, trabaja en misiones espaciales para la NASA; concretamente investiga cómo encontrar agua en Marte (Murcia y el agua, siempre vinculadas).
Darío Gil, 44 años, es el director mundial de investigación de IBM con tres mil científicos a sus órdenes en los cinco continentes y cinco mil millones de euros de presupuesto, especializado en computación cuántica e inteligencia artificial.
Será curioso comprobar cuantos murcianos conocen la existencia y actividad de estos tres paisanos.
La tiranía de lo políticamente correcto impone que sobre ciertos temas sólo hay un punto de vista acertado, ortodoxo; si no lo ves así te lloverán improperios y descalificaciones. Asumo el riesgo.
El fenómeno creciente de los inmigrantes menores no acompañados, los MENAS, nos desconcierta, no sabemos trazar una clara línea de actuación.
Sus familias les ayudan a salir de Marruecos y pagan a los traficantes que los traen. Aquí tienen garantizados el alojamiento y la manutención; adolescentes y jóvenes sin oficio ni beneficio saturan los Centros de acogida y pululan por las calles, en muchos casos robando y/o violando, no hacen nada parecido a un intento de inserción social.
¿En virtud de qué principios hemos de acogerlos y convertirlos en un problema nuestro?
Si fuesen devueltos a su punto de partida volverían a su entorno familiar y a vivir en las condiciones que lo hacían.
El Blog pretende ser un espacio abierto a la reflexión interactiva, propiciar un intercambio de puntos de vista, de valoraciones. La temática es abierta, pluridisciplinar y combina microartículos (en torno a 100 palabras) con otros más extensos.