SEGUIMOS CON EL HIMNO

 

El himno nacional se ha convertido en un tema recurrente generador de polémica. No procede del franquismo pero sí fue intensamente jaleado por su dictadura junto con otros símbolos y seguramente de ahí proviene la resistencia que muestra gran parte de la población.

Las discusiones más furibundas surgen a la hora de buscarle una letra.

El último intento no deja de ser una cursilada escrita desde la perspectiva de alguien que añora su patria.

Deberíamos decidir dejarlo así, sin letra, como indicador de un fracaso colectivo y de la mierda de nación que somos, incapaces de sentar las bases de un pacto social y crear ese sentimiento de unión y orgullo que vemos en otros países.

Hasta la próxima.

 

 

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