El candidato izquierdista ha ganado limpiamente las elecciones mejicanas. López Obrador es un hombre serio, honesto, sabedor de que le espera una tarea titánica.
Son muchísimos los ciudadanos que viven en y de la corrupción sin tener fácil un modelo alternativo; el narcotráfico está omnipresente y no cejará; la violencia es galopante, sólo durante la campaña se han cometido más de cien crímenes; la desigualdad y el maltrato hacia la mujer (incluido el asesinato) son de antología…
Tampoco se lo pondrá fácil el energúmeno vecino del norte con su política migratoria llevada hasta la crueldad y su afán por construir el muro.
Si el presidente logra la normalidad en la segunda potencia sudamericana habrá que empezar a creer en los milagros, será un ejemplo ante el mundo.